La Traviata de Netrebko

 

Hay obras que no necesitan presentación, y La Traviata es una de ellas, La Traviata es la ópera, con mayúsculas, incluso los neofitos del género conocen esta obra, mil veces, o más, representad alrededor de todo el mundo, compuesta por Giuseppe Verdi en 1853 inspirándose en La dama de las camelias, de Alexandre Dumas.



 

En 2005 sucedió en el mundo de la ópera un suceso impropio pero de lo más bienvenido, un espectáculo, por supuesto La Traviata, que marcó un punto de inflexión, para empezar fue el descubrimiento del género para mucha gente, la cual vio y entendió que la ópera ya no era cosa de snobs de monoculos y de pompas y boatos superfluos.


Calo Rizzi dirigió La traviata en el festival de Salzburgo con la dirección de escena de Willy Decker y con actuaciones sobresalientes, Thomas Hampson y Diane Pilcher entre otros, pero opacados, por suerte o desgracia, por la pareja principal, el mexicano Rolando Villazón y la extraordinaria Anna Netrebko, la química entre la pareja fue de un magnetismo inmenso, pero la soprano, la rusa, brilló por si sola, ataviada durante casi toda la obra con un vestido rojo, Netrebko hizo alarde de sus talentos y eso tuvo grandes resultados. Se consagró como una de las grandes sopranos mundiales, cosa que aún hoy continúa siendo a pesar de algunos problemas, como el desprecio de la Ópera Metropolitana de la ciudad de Nueva York hacia ella, desprecio que está fuera de lugar, según este humilde cronista.

En cuanto a Villazón, la suerte no jugó a su favor, el estrés por el trabajo y sus problemas de garganta frenaron su carrera, no obstante hoy día produce e incluso dirige notablemente, demostrando ser un amplio conocedor del mundo de la ópera.

 



Conclusión:

La Traviata de Rizzi es una de las representaciones más recordadas y queridas por el público, con un elenco formidable, una Netrebko al nivel de las más míticas sopranos y una obra ideal para comenzar en el mundo de la ópera o para los ya aficionados.


Comentarios