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Hace ya 81 años que Bruce Wayne salió con sus padres de la ópera de Gotham sin saber que ellos iban a ser asesinados, hecho que haría que él se convirtiera en, seguramente, el héroe más mítico, junto a Superman, de la empresa Dc-comics.
Desde ese momento la cabalgadura del caballero oscuro ha estado rodeada de altibajos y aventuras múltiples, Bane le partió la espalda(La caída del murciélago, 1994) perdió a Jason Todd, el segundo Robin (Una muerte en la familia, 1988) a manos del joker, y otras icónicas creaciones en el mundo del noveno arte.
Aunque ya había tenido adaptaciones televisivas, fue en los años 60, por medio de una serie interpretada por Adan West, donde el murciélago ganó popularidad. Era una serie light, casi más para niños que para jóvenes-adultos, pero que consiguió hacerse un hueco en la historia de la televisión, en ella vimos a personajes icónicos como el joker, interpretado por César Romero, Enigma, El pingüino o una Catwoman, que fue interpretada por varias actrices, fueron interpretaciones que supieron estar a la altura de la de West, y el show se convirtió en un mito de la cultura pop de la época.
Dicha serie nos dejó escenas inolvidables, para bien o para mal, como esas peleas llenas de onomatopeyas, la escena donde Batman carga con una bomba por el puerto de Gotham sin saber dónde tirarla, -está a punto de lanzarla al mar pero se detiene al ver a unos patos en el agua- o cuando vimos a Batman bailando
Tiempo después, Tim Burton rescató al murciélago con dos películas, Batman y Batman vuelve, si bien es cierto que el director se tomó algunas licencias, -como el origen de pingüino en la segunda entrega- el universo que creó se convirtió en una marca de identidad del personaje, por no hablar de que dichos trabajos alcanzaron la perfección en muchos momentos, la interpretación de Jack Nicholson como el Joker era inolvidable, la batcueva, el batmovil, toda ciudad gótica... con razón Batman (1989) recaudó 700 millones de dólares y ganó un Óscar a la mejor dirección artística.
Después de la bi-logia de Burton llegó una época oscura para el murciélago-valga la redundancia- cuando Joel Schumacher dirigió Batman Forever, la tercera entrega del murciélago, quería darle un tono más familiar y el film no acabó de convencer a la crítica y mucho menos a los fans, que estaban más acostumbrados al Batman oscuro de cómics icónicos como El regreso del caballero oscuro y La broma asesina y los films de Burton.
Y después... Dios, duele solo de recordar lo que hicieron con Batman, con todo el universo de Batman, Schumacher quiso volver a intentarlo y el resultado fue pésimo. Batman y Robin fue un desastre desde el principio, no solo por los planos de los traseros de los héroes, el traje con pezones, el guión con frases horribles, Arnold Schwarzenegger en un papel que, literalmente, no era para él, incluso se notaba lo incómodo que estaba cuando decía frases como “congelado de verte”. Después de aquel fracaso en taquilla se dio carpetazo a todo proyecto cinematográfico que tuviera que ver con Batman.
En 2005 Chistopher Nolan reinició el personaje, con la trilogía de El caballero oscuro, las cuales fueron y serán las mejores películas que se han hecho de Batman, sin menospreciar a las de Burton.
La atmósfera, los personajes y el guión, todo era perfecto, puedo extenderme durante páginas hablando de la interpretación de Heath Leger como el Joker, las escenas de lucha, la misma simbología de la trilogía, pero seguro que el fan de Batman y de DC que esté leyendo lo comprenderá inmediatamente, el Batman de Nolan siempre será EL BATMAN DE NOLAN, y punto.
Después de aquella trilogía Marvel comenzó su andadura cinematográfica con lo que ahora llamamos La saga del infinito, que es seguramente lo mejor que le ha ocurrido al cine de superhéroes en muchos años, DC dijo “Culo veo culo quiero” y se propuso hacer su propia saga. ¿El problema? Que tuvo mucha prisa. Aquí entró el Batman de Ben Affleck, musculado, serio y trajeado.
Existen diversas opiniones, la mía es que no lo hizo mal, supo llevar el traje estando a la altura. Los problemas que hicieron que Affleck colgase el traje son otros, para empezar el asunto Snyder, ese film de cuatro horas rescatado del olvido por las masas de fans que lo pedían a gritos, después de ver La Liga de la justicia, de Zack Snyder, puedo decir que, en mi humilde opinión, es lo mejor que he visto en cuanto al cine de superhéroes.
¿Y ahora? Ahora viene Pattison, si, el vampiro de crepúsculo, muchos se echaron las manos a la cabeza cuando escucharon esto, hatters del actor o marvelitas que deseaban el fracaso de Dc, pero yo creo que no debemos condenar a nadie sin antes darle una oportunidad, y si, ya sé que Escuadrón suicida, el de David Ayer, no el de Gunn, parecía muy bonito antes de su estreno, y que La liga de la justicia, la de Whedom, también.
Tengo varias razones para confiar en Pattison, primero, las imágenes que hemos visto no quedan mal, el traje está mucho mejor que el de Affleck y el batmovil recuerda a aquellos coches de comics como Gotham Knights o Legends of the Dark Knight, segundo, Pattison es un actor que quiere redimirse de Crepúsculo, él mismo odia a aquel personaje desmelalinado y tonto, y ya lo hemos visto actuando en películas como El faro o Tenet, donde la crítica lo ha ensalzado y las cuales recomiendo encarecidamente.
Sí, hay esperanzas en el nuevo Caballero de la noche, yo al menos las tengo, espero que Dc sepa alzar el vuelo y deje atrás su lacra de fracasos, y que no se deje influenciar por ideologías y lobbys que han hecho fracasar Bird of Preys, --¡Cuántas esperanzas tenía en eso!-- Y vuelva a hacer buen cine, como hizo, por ejemplo, con Wonder woman o Shazam. Te queremos, DC, pero deja de jodernos nuestros héroes, por favor.
De todas formas no creo que el nuevo Batman sea peor que el de Schumacher. ¿O sí?
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